sábado, 18 de agosto de 2012

EL AGUA QUE QUERÍA SER FUEGO

"Ya estoy cansada de ser fría y de correr río abajo. Dicen que soy necesaria.
 Pero yo preferiría ser hermosa, encender entusiasmos, encender el corazón de los enamorados y ser roja y cálida.
Dicen que yo purifico lo que toco, pero más fuerza purificadora tiene el fuego.
 Quisiera ser fuego y llama".
 Así pensaba en septiembre el agua de río de la montaña. Y, como quería ser fuego, decidió escribir una carta a Dios para pedir que cambiara su identidad.

 "Querido Dios: Tú me hiciste agua. Pero quiero decirte con todo respeto que me he cansado de ser transparente. Prefiero el color rojo para mí. Desearía ser fuego. ¿Puede ser? Tú mismo, Señor, te identificaste con la zarza ardiente y dijiste que habías venido a poner fuego a la tierra.
No recuerdo que nunca te compararas con el agua. Por eso, creo que comprenderás mi deseo.
No es un simple capricho. Yo necesito este cambio para mi realización personal....".
 El agua salía todas las mañanas a su orilla para ver si llegaba la respuesta de Dios.
 Una tarde pasó una lancha muy blanca y dejó caer al agua un sobre muy rojo.
  El agua lo abrió y leyó:

"Querida hija: me apresuro a contestar tu carta. Parece que te has cansado de ser agua. Yo lo siento mucho porque no eres una agua cualquiera. Tu abuela fue la que me bautizó en el Jordán, y yo te tenía destinada a caer sobre la cabeza de muchos niños. Tú preparas el camino del fuego. Mi Espíritu no baja a nadie que no haya sido lavado por ti.
 El agua siempre es primero que el fuego..." Mientras el agua estaba embobada leyendo la carta, Dios bajó a su lado y la contempló en silencio.
 El agua se miró a sí misma y vio el rostro de Dios reflejado en ella. Y Dios seguía sonriendo esperando una respuesta.
 El agua comprendió que el privilegio de reflejar el rostro de Dios sólo lo tiene el agua limpia.... Suspiró y dijo:


 "Si, Señor, seguiré siendo agua. Seguiré siendo tu espejo.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Es el grito de la Liturgia y de la fe cristiana, dos veces milenaria. La que fue Madre de Dios e Inmaculada desde su Concepción, con convenía, no podía, sufrir la corrupción del sepulcro. Su santa dormición fue un deliquio místico de amor entrañable a su Dios, y enseguida un raudo vuelo de paloma a lo más encumbrado de los cielos, cortejada por los coros angélicos. Desde su exaltado sitial queda entronizada como Reina de todos los Santos, con la correspondiente « omnipotencia suplicante». Subió hasta la diestra de su Hijo benditísimo para preceder en la gloria a sus hijos adoptivo, que son casi legión, que son casi infinitos. Por todos se interesa, como madre e intercesora, la « llena de gracia», la « más bendita de todas las mujeres». Y el papa Pío XII, cediendo a su personal creencia y filial devoción y respondiendo también al unánime voto de toda la cristiandad, define Dogma de fe cristiana esa Asunción de María a los cielos en su cuerpo y alma, para gloria de tan excelsa Señora y esperanza de sus hijos militantes en la tierra. El 1 de noviembre del Año Santo y Jubilar de 1950 presenció la acogedora plaza de San Pedro el acto más apoteósico que jamás pudo contemplarse en el mundo ante el medio millón personas de toda raza y país que a la voz del Sumo Pontífice Romano aclamaron a la Reina Asunta a los cielos e imploraron juntos su maternal protección sobre este mundo sufriente. María Asunta a los cielos es la gloriosa Mujer del Apocalipsis; es la Hija del Rey, ricamente engalanada; es la triunfadora del Dragón infernal; la nueva Judit; la niña preferida de Dios, que le rinde por tantas gracias un Magnificat de gratitud. Y al ascender la Madre, provoca a volar a sus hijos de la tierra, que le piden resucitar con Cristo y compartir luego con la Madre su gloria en el empíreo. Reina y Madre santísima, segura de tí misma, muéstrate solícita por los tuyos, que sufrimos continua lucha y continua tempestad. Tu fiesta culminará en ocho días con la celebración de tu fiesta con el título de Reina. Esto nos pone de manifiesto tu perfecta y total glorificación junto a tu Hijo, Rey y Señor de todo el universo. Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, ella, al aceptar tu Palabra, con limpio corazón, mereció concebirla en su seno virginal, y al dar a luz a su Hijo, preparó el nacimiento de la Iglesia. Ella, al recibir junto a la cruz el testamento de su amor divino, tomó como hijos a todos los hombres, nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo. Ella, en la espera pentecostal del Espíritu, al unir sus oraciones a las de los discípulos, se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante. Desde su asunción a los cielos, acompaña con amor materno a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celeste, hasta la venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.







15 de Agosto celebración la solemnidad de la Asunción de María




HOY miércoles 15 de agosto con motivo de celebrarse la solemnidad de la Asunción de María, patrona de la diócesis de Avellaneda-Lanús bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, se realizará en la parroquia catedral la tradicional procesión que saldrá, a las 15, desde la catedral, con la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, y recorrerá las calles de Avellaneda. A las 16, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia presidirá la santa misa.

jueves, 2 de agosto de 2012

Cuánto daño hace no perdonar




El tema del día era el resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase, elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento, escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.
El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa con papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo, y el fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mí.

Este ejercicio fue una gran lección sobre el precio que pagaba a diario por mantener el resentimientopor algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me di cuenta que cuando le daba mucha importancia a las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. No significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Si guardamos odio, rencor, o resentimiento por ofensas que hemos recibido, estamos perpetuando nuestro malestar y consumiéndonos, dejando de disfrutar el momento.
 Cada vez que recordamos cualquier episodio que nos causa dolor, dejamos de vivir el aquí y el ahora; dejamos de avanzar en nuestro desarrollo personal y peor aún, nos estancamos en nuestro crecimiento espiritual.
La falta de perdón puede disfrazarse con diferentes máscaras.
Las personas a veces dicen con un tono de enojo que ya han perdonado ofensas pasadas, pero su amargura evidente las delata. La falta de perdón se puede alojar en tu corazón, y estar allí, escondida.

Las siguientes preguntas te ayudarán a examinar tu corazón para ver si necesitas perdonar a alguien:


¿Esperas secretamente que alguien reciba lo que se merece?
¿Todavía sigues hablando negativamente de esa persona a los demás?
¿Te complaces con fantasías de venganza, incluso leves?
¿Gastas tiempo pensando en lo que alguien te hizo?
¿Cómo te sientes cuando le sucede algo bueno a esa persona?
¿Has dejado de culpar a esa persona por la forma como afectó tu vida?
¿Te resulta difícil ser abierto y confiado con las personas?
¿Te enojas, te deprimes o te vuelves hostil con frecuencia?
¿Encuentras difícil o imposible pedir bendición a Dios para quién te ha
ofendido?


Siendo sinceros de corazón, podemos ejercitarnos en algunos pasos para lograr liberarnos de la carga que significa el rencor y liberar a la otra persona también.
Considera las circunstancias que pudo haber vivido la persona que te ofendió, para llegar a ser como es, o qué situación estaría viviendo para haber hecho lo que hizo, aun intencionalmente.
Considera qué parte jugaste, o qué pudiste haber hecho para propiciar el incidente.
Deja atrás el papel de víctima y continua con tu vida.

Recuerda las cosas positivas y buenas que te unieron a esa persona, los ratos buenos y bellos que pasaste con ella, los momentos de amor, apoyo, consejo y comprensión mutuos.

Pide al Señor que bendiga a esa persona, y que le muestre lo que hizo mal y se arrepienta.
Libera a la persona con tu perdón. Así vas a liberarte a ti mismo por vivir en el presente, en el aquí y el ahora.

NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES





2 DE AGOSTO NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES DE LA PORCIÚNCULA

 El 2 de Agosto los franciscanos celebramos la Fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula y la Fiesta del Perdón de Asís, con la cual se obtiene indulgencia plenaria.

CÓMO SAN FRANCISCO PIDIÓ Y OBTUVO LA INDULGENCIA DEL PERDÓN

 S. Francisco era muy conocedor de las limitaciones humanas, de cómo el hombre quiere ser santo pero la vida de cada día, su propia ambición, le impide serlo. Sentía la necesidad de dar una nueva oportunidad a cada hombre para empezar de cero. En una noche de oración, del año 1216, en la pequeña ermita a las afueras de Asís, llamada la Porciúncula, dedicada a la Virgen María, tuvo una visión: "Vio a Cristo acompañado de María y de una aureola triunfal de ángeles". Cristo le invitó a que le pidiera la gracia que más útil juzgara para la salvación de los hombres, Francisco respondió así: "Santísimo Señor mío, yo miserable pecador te suplico concedas un perdón generoso de todas las culpas y la remisión completa de toda pena temporal a cuantos, arrepentidos y confesados, vengan a visitar esta iglesuela -. Contesta Jesús:

 "LO QUE PIDES ES COSA GRANDE; PERO DE MAYORES COSAS ERES MERECEDOR, Y TE SERÁN CONCEDIDAS. SE ACOGE TU PLEGARIA. PRESÉNTATE ANTE MI VICARIO EN LA TIERRA Y PÍDELE EN MI NOMBRE ESTA INDULGENCIA" .

 Al alba, extasiado y radiante todavía, llamó a fray Maseo y le dijo: "Vamos a Perusa... que el Papa está allí, necesito hablar con él". Honorio III, admirado y sorprendido, pregunta:
 ¿Para cuántos años deseas esta indulgencia? --Padre Santo, no pido años, sino almas
 - respondió Francisco, declarando cuanto el Señor le había dicho.
 - Pero se trata de un privilegio grande, jamás concedido.
 .-Santidad - añade el Santo -,
 no soy yo quien pido esta gracia, sino Jesucristo que me remite a vos...

 El Papa, impresionado, concedió la gracia, repitiendo tres veces: "En el nombre de Dios, os concedo para siempre esta indulgencia, que podrá ganarse cada año, en un día, de vísperas a vísperas".
 Y señalo el día: 2 de agosto, que para siempre quedó como fiesta de Nuestra señora de los Ángeles.

 LA INDULGENCIA

 Los pecados no sólo destruyen o lastiman la comunión con Dios, sino que también comprometen el equilibrio interior de la persona y su ordenada relación con las criaturas. Para una curación total no sólo se necesita el arrepentimiento y el perdón de las culpas, sino también una reparación del desorden provocado, que normalmente sigue existiendo. En este empeño de purificación el penitente no está solo. Se encuentra inserto en un misterio de solidaridad en virtud del cual la santidad de Cristo y de los santos le ayuda también a él. Dios le comunica las gracias merecidas por otros con el inmenso valor de su existencia, a fin de hacer más rápida y eficaz su reparación.
 La Iglesia siempre ha exhortado a los fieles a ofrecer oraciones, buenas obras y sufrimientos como intercesión por los pecadores y sufragio por los difuntos. En los primeros siglos los obispos reducían a los penitentes la duración y el rigor de la penitencia pública por la intercesión de los testigos de la fe que sobrevivían a los suplicios.
 Progresivamente se ha acrecentado la conciencia de que el poder de atar y desatar recibido del Señor incluye la facultad de librar a los penitentes también de los residuos dejados por los pecados ya perdonados, aplicándoles los méritos de Cristo y de los santos, de modo que obtengan lograda de una ferviente caridad. Los pastores conceden tal beneficio a quien tiene las debidas disposiciones interiores y cumple algunos actos prescritos. Su intervención en el camino penitencial es la concesión de la indulgencia.

 C.E.I. Catequismo de adultos, n. 710

miércoles, 1 de agosto de 2012

¿Quien Controla Tu Lengua?

¡No tenía que haber dicho eso! Como no me mordí la lengua! ¡No puedo creer que dije eso!
 Frases así son las que suenan después que hemos dicho cosas de las cuales nos arrepentimos.
¿Tus palabras son un Veneno mortal que mata o Medicina que cura el Corazón de la gente?

 A veces decimos todo lo que pensamos pero no pensamos en lo que vamos a Decir. Antes que tu lengua diga algo primero necesitan ser controlados tus pensamientos ya que Somos, Hacemos y Decimos lo que Pensamos.
 Miren también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Santiago 3:4-5

 La Lengua Como Timón Dirige y es Dirigida por alguien. La Lengua Como Fuego Quema y es Encendida por alguien.
 ¿Cómo se Quien Controla Mi Lengua? Tu lengua puede ser controlada por 4 personas y esas son: Tu, La Gente, El Diablo o Dios.

 Cuando tú controlas tu lengua eres dominado por emociones, temperamentos y sentimientos que van y vienen, los cuales dominan tu voluntad y te llevan a decir cosas en muchas ocasiones fuera de lugar.
 Cuando eres controlado por la gente vives hablando de los demás, criticando y participando de chismes. Cuando con tu lengua siembras cizaña, división, falso testimonio, MENTIRAS eres gobernado por Satanás.
Pero cuando en lugar de tus palabras hablas las de Dios y te dejas guiar por el Espíritu Santo que te guía a toda la verdad, entonces estas siendo Gobernado Por El Dios Todopoderoso.

 Nuestra lengua es el conductor que dirige las palabras que salen de nuestros pensamientos;
 si tus pensamientos son gobernados por cualquier otra persona que no sea Dios vivirás el resto de tu vida siendo esclavo la vergüenza y humillación, pero si te dejas guiar por las palabras de Dios te aseguro que tus palabras darán vida y no muerte, sanidad y no enfermedad, bendición y no maldición.







 Hoy es el día en el cual debes empezar a hablar lo bueno de parte de Dios y dejar de hablar lo que tus sentimientos dicen, lo que la gente dice y lo que el diablo quiere que hables.

LA FLOR

Había una joven muy rica, que tenia todo:
un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo donde le pagaban muy bien, una familia unida.
 Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo su tiempo y su vida estaba mal en algunas áreas. Si el trabajo consumía mucho tiempo, abandonaba a sus hijos, si surgia algun problema, ella dejaba de lado a su marido… Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después.

 Hasta que un dia, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo:
 una flor muy cara y rarisima, de la cual habia apenas un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: Hija, esta flor te ayudara mucho mas de lo que tu te imaginas! Únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocacionalmente conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y las más lindas flores.

 La joven la recibio emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual. Mas el tiempo fue pasando, los problemas surgian, el trabajo consumia todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitia cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y aun estaba ahí, no mostraba ningun signo de debilidad o muerte, siempre, linda, perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mas atención.

 Hasta que un dia, sin mas, la flor murió. Ella llego a casa y se llevo un susto! Estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La Joven se hecho a llorar y le contó a su padre lo que habia acontecido.

 Su padre entonces respondió:
 Imagine que eso ocurriria, y no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, asi como tus hijos, tu marido, tus amigos y toda tu familia.

Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero debes aprender a regalos, podarlos y dar atencion a ellos, pues así como la flor, los sentimentos tambien mueren. Tu te acostumbraste a ver la flor viva, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla,! Cuida a las personas que amas!

 Y tu?… Cuidas de las bendiciones que Dios te ha dado?
 Proteges esa flor, pues forman parte de las bendiciones del Señor:
 El nos las dá, mas nosotros somos lo que debemos cuidar de ellas.





 Lucas 10:41-42 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

 Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

 Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.