martes, 31 de enero de 2012

Confía y calla



Confía y calla

¿Tienes alegre el corazón, hermano,
saltas de gozo, exultas de alegría?
¿Pides a Dios el pan de cada día
y a tu odioso rival le das la mano?.

Si hay en tu cuerpo algún deseo insano,
si llenas tu alma de melancolía,
si no luchas por pura cobardía,
o luchando sin fe, luchas en vano...

Olvídate de ráfaga tan negra,
levanta tu mirada a ras de suelo,
piensa que no has perdido la batalla.

¡Arriba el corazón!. Tu pecho alegra
y elevando tus ojos hacia el cielo
confía en el Señor. Confía y calla.

Jose Maria Zandueta Munarriz


GOTAS DE FE








Qué importa al hombre saber
si ignora todo de Ti,
qué importa el triunfo en el tránsito
si se fracasa en el fin.


Soy cual mariposa de antigua crisálida,
en cárcel tejida con candente acero,
la muerte en el alma,
oscuridad, miedo.

Extiendo mis alas, de bellos colores,
en tu espacio inmenso, sin límite el cielo,
la vida es hermosa,
luz, placer, sosiego.


En mi interior te descubrí,
conozco mi último destino,
en el silencio del camino
vibró tu voz y te sentí.

Con tu palabra renací
a tu concierto matutino
y soy arpegio peregrino
que a tu cadencia dice sí.

Tu amor, tu mística armonía,
resuena en mi materia, ausente
de celestial geografía,

envuelta en dulce melodía,
bailo a su son serenamente
y tu canción es mi alegría.


Enséñame, Señor, a perdonar,
abre mi abrazo para el enemigo,
dame tu caridad, a Ti mendigo
sosegarme, olvidar, reír y amar.
¡Ayúdame, Señor, a perdonar!,
que diga al que me hirió: Yo te bendigo.
Sólo por Ti, Señor, mi gran amigo,
por Ti, tu Cruz me hará resucitar.


¡Te doy gracias!,
Dios y Rey.

Tres grandes tentaciones
gozaste en tu destierro voluntario.

En mi desierto impuesto,
hambrienta y abatida,
yo carezco
de alentadora hermosa tentación.

¡Te doy gracias!
Caería...


En el silencio me habla el alma,
en soledad crece mi espíritu,
la eternidad es este instante
en el que soy en Ti infinito.

En el silencio está tu voz,
en soledad tu compañía,
en Ti y contigo soy amor,
siento la paz y la armonía.

El alma canta tu cantar
en la alborada del encuentro,
ya no hay silencio y soledad,
eternidad es tu momento.


Me estoy uniendo a Ti por el dolor
del alma desgarrada
en las rocas hirientes del destino.
Me estoy uniendo a Ti
por las cadenas de esta celda oscura.
Me estoy uniendo a Ti
por fría soledad de amor y llanto.
Me estoy uniendo a Ti por esta angustia
de humano desaliento
que germina en un seno de esperanza.
En la tragedia extraña de la vida
me estoy uniendo a Ti.



Por
Emma-Margarita R. A.-Valdés

SAN JUAN BOSCO





Para ser bueno basta practicar tres cosas y todo te resultará a pedir de boca. ¿Cuáles son estas tres cosas?: Alegría, estudio y piedad.

San Juan Bosco

"No llores si me amas" (San Agustín)



Un bellísimo poema escrito desde el lugar de una persona que murió y ya pasó a los brazos de Dios y escribe estas líneas consoladoras para su ser amado que debe continuar viviendo. Para todos los que hemos perdido algún ser querido, este poema puede resultar muy reconfortante.


No llores si me amas,
Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos;
los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso!
Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen!
Cómo!...
¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.

Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz!
ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida...
Enjuga tu llanto y no llores si me amas!


(San Agustín)

viernes, 27 de enero de 2012

LLAMARON A MI CORAZÓN






A mi corazón llamaron
corrí a abrir con vida y alma
Veo en la puerta a mi Amor
con una cruz que me espanta.
-Pasad, si os place, Señor,
pasad, que ésta es vuestra casa;
si sólo una choza es,
haced de ella vuestro alcázar.
Y, haciendo mi noche día,
Jesús entró en mi morada;
pero al entrar en mi pecho
dejó la cruz en mi espalda.


JACINTO VERDAGUER
(1845-1902)

AGENDA DE RECUERDOS DESORDENADOS AYER, HOY, MAÑANA 1° PARTE